La sensibilidad dental es un problema que afecta a muchas personas y puede ser tremendamente incómodo, pero ¿qué la provoca? A continuación, hablamos de dos factores importantes sobre la sensibilidad en los dientes: causas y métodos de prevención, para ayudarte a encontrar formas de hacer frente a este doloroso problema. No obstante, ten siempre presente que, si te preocupan tus dientes, debes consultar a tu dentista.
1. Un cepillado excesivo
Cepillarse dos veces al día es la regla de oro de la higiene dental, pero el cómo es igual de importante. Dos de las principales causas de dientes sensibles son el desgaste del esmalte y la retracción de las encías, y la forma de cepillarte los dientes puede influir en ambas.
Sorprendentemente, es muy fácil pasarse a la hora de cepillarse los dientes. Si te cepillas con demasiada fuerza, con un cepillo de filamentos duros, o con demasiada frecuencia, la superficie dura del esmalte puede desgastarse y dejar expuesta la dentina que hay debajo. Cuando el frío o el calor entran en contacto con esta, pueden producir un dolor agudo al estimular los nervios en el interior del diente. Prueba a hacerlo con más suavidad o cepillándote los dientes con la mano no dominante, ya que esta suele ser menos fuerte.
2. Retracción de las encías
¿Encías sensibles? Las causas pueden ser múltiples, pero tienen un denominador común: la retracción gingival. El cepillado agresivo o el paso de los años suelen hacer que las encías se retraigan, lo que puede dejar expuestas las raíces de los dientes. Esto puede provocar sensibilidad porque las raíces no cuentan con una capa protectora de esmalte. La retracción de las encías también puede producirse por una enfermedad de las encías a largo plazo.
3. Enfermedad de las encías
Cuando el tejido gingival se inflama, como puede ser el caso con la gingivitis o enfermedad periodontal, este puede separarse del diente y dejar expuestas esas zonas sensibles. La acumulación de sarro o placa también puede hacer que las encías se retraigan y puede acabar con el esmalte. Si experimentas estas causas de sensibilidad dental al frío y al calor, es importante que acudas a tu dentista para recibir tratamiento.
4. Alimentos y bebidas ácidas
Los ácidos son otra de las principales causas de la hipersensibilidad dental al frío y al calor. Muchos alimentos y bebidas contienen ácidos, y estos pueden acabar con el esmalte de los dientes. He aquí algunos ejemplos de alimentos y bebidas que pueden provocar la erosión del esmalte:
• Frutas
• Zumo de frutas ácidas como la naranja o el pomelo
• Aliños de ensalada que contengan zumo de limón
• Vino
5. Dientes agrietados
Cuando un diente se rompe, puede dejar la dentina expuesta a través de una grieta en el esmalte. Si tienes algún diente agrietado, visita al dentista lo antes posible, ya que esto podría ser una de las causas de sensibilidad en los dientes, ya sea por frío u otros desencadenantes. Rechinar los dientes con frecuencia también puede desgastar el esmalte y dejar expuesta la dentina.
Prevención
Ahora que ya conoces las causas de la sensibilidad dental, puedes evitarla consumiendo bebidas ácidas con moderación y cepillándote suavemente dos veces al día con un dentífrico de calidad. No obstante, es importante destacar que la mayoría de los problemas dentales más comunes, como la sensibilidad dental, son provocados por la erosión del esmalte. La erosión del esmalte puede ocurrirles a personas de todas las edades, por lo que es fundamental que tus productos de cuidado oral sean eficaces a la hora de evitarla y fortalecer tus dientes.
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Los consejos proporcionados en este artículo no son consejos médicos; son solo para fines informativos. Recomendamos consultar al dentista si tienes algún problema de dientes o encías.
